D. Antonio, por circunstancias acontecidas en los últimos meses, tuvimos que buscar un neurólogo que nos atendiese en un corto espacio de tiempo. Hablo en plural porque esta situación la hemos vivido estrechamente mi marido y yo.
Lo que realmente importa y viene al caso en estos momentos es hablar de este extraordinario señor que hemos tenido la fortuna de conocer, que el azar hizo que se cruzarse en nuestro camino en momentos tan cruciales.
Encontrar una cita pronta e inmediata fue misión imposible. Intentando ser atendidos por el Dr. Huete hijo, a nivel particular, claro está, contactamos con el padre. Quien nos atendió y dio cita en pocos días.
Nunca pensé la suerte que habíamos tenido. Ya el hablar telefónicamente con el Dr. Huete resultó reconfortante y esperanzador. Desde el primer instante noté la amabilidad, la educación, el sosiego que trasmitía, en definitiva la empatía hacia nosotros.
Tras las numerosas consultas a las que hemos asistido para hacer el seguimiento del problema, descubrimos una extraordinaria persona, humana y un profesional sin precedentes.
D. Antonio tiene conocimientos, estudios y experiencias innumerables. Ha vivido y estudiado fuera de España, gran parte de su vida en Canadá época que recuerda con cariño. Hemos tenido la suerte de saber por él mismo, parte del transcurso de su carrera y su vida, lo justo, lo importante. De lo que se siente orgulloso a pesar de su humildad.
Aún sigue pasando consulta, viendo enfermos de manera tranquila y sosegada. Sigue estudiando y disfrutando de su gran pasión "La Neurología", así como de su trabajo, de su entorno, de los pequeños y grandes detalles que hacen su vida totalmente placentera.
Han sido muchas visitas en las que hablábamos de muchas cosas, y como no, de la enfermedad que nos ocupa. Sintiendo en todo momento que se preocupa por la persona, por el enfermo, por su situación.
Puedo decir por mi larga experiencia con médicos, tanto a nivel de trabajador como usuario, para mí misma o mi familia, que jamás he conocido un médico como él. Yo se que no le gustan los halagos, los elogios, pero tengo que decir las cosas como son, justamente lo que cada uno se merece.
Entiendo que las consultas están masificadas y no se puede dedicar el tiempo necesario a cada enfermo, pero sí deben aprovechar esos minutos de consulta en intentar tranquilizar y reconfortar a la persona y sus familiares, tanto si curan o no, el trato es casi tan importante como dar con la clave del problema. No puedes sentir la sensación de estar sólo, abandonado o desprotegido.
Puedo decir que hay muy buenos médicos y profesionales, amables y humanos pero son otros tantos los que no lo son, quizás deberían haberse decantado por otra profesión que amasen más, tampoco voy a entrar en este tema que no es el momento. 43 años trabajando en "Virgen de las Nieves", como administrativa, en diferentes servicios, con trato muy directo con personal sanitario dan para mucho, para mis memorias.
Volviendo al tema que nos ocupa, El Dr. Huete, me ha gustado mucho conocerlo, ver su profunda humanidad, la gran sabiduría y conocimientos que posee, sobre todo admirar lo que ama su trabajo, la pasión que siente y las ganas de seguir aprendiendo. Una gran persona, haciendo también mención al trato que profesa hacia el enfermo y su familia que no tiene parangón. Fenomenal en todos los aspectos.
Digno de destacar la poca importancia que le da al dinero. A pesar de haber sido muchas las visitas a su consulta, el cobro no ha sido significativo, todo lo contrario. Nada que ver con ciertas consultas que primero es pagar y luego atender. Admito que quien vive de esto tiene que cobrar, pero sin abuso y sin sentir que en lugar de enfermo eres mercancía.
En definitiva y para concluir, dar las gracias a un magnífico DOCTOR. Nos queda pendiente una visita más adelante para seguimiento y comentar situación, de momento todo bien y felices de la curva en ascenso.
Algunas veces habla de su hijo, con orgullo y haciendo ver que es excelente en su trabajo como médico y persona, no lo dudo si es reflejo de su padre, no hemos tenido la oportunidad de conocerle, sin duda hubiese sido un placer.
De momento la suerte ha sido conocer al Dr Huete Herrera. D. Antonio siga siendo como es y no se jubile, aún tiene mucho por recorrer. Queda pendiente una foto aunque se que no es amigo de ello.
Hasta pronto y Gracias