Cumpleaños de mi hijo. Fue un día mágico en su momento y seguirá siéndolo todos los años que nos queden por delante. El tiempo pasa para todos, no cabe duda, pero es muy bonito recordar ese momento que llegó al mundo, cogerle por primera vez entre mis brazos, mi primogénito. Ver la trayectoria de toda su vida hasta ahora.
Tenemos pendiente una buena comida en casa o donde sea, pero celebrar hay que celebrar. Ahora ya con su mujer y sus propios hijos. Ley de vida. Al ser un día normal e incluso le tocaba trabajar, no fue muy festejado. Lógicamente le preparé un buen bizcocho de chocolate del que di buena cuenta.
Ni que decir tiene que ir cumpliendo años es una gran bendición tanto para él como para los que estamos a su lado. Espero que podamos seguir felicitando muchos cumpleaños más, haciendo bizcochos y degustándolos.
Te queremos mucho. ¡Felicidades pollito!
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