Ingredientes para 5 personas
- 1 kg de ternera en trozo (no muy pequeños), puede ser de parte de la cadera o babilla
- 1/2 vaso de aceite de oliva v.e.
- 2 cebollas dulces, 1/2 puerro y 2 dientes de ajo
- 6 cucharadas de salsa de tomate frito
- 3 zanahorias
- 6 pimientos mini de varios colores y 1 verde tipo italiano
- 1/2 vaso de vino casero (el que suelen hacer en los pueblos alpujarreños, o cualquier otro no muy fuerte, esto es aportación mía, no es necesario)
- aderezos para la carne: pimentón agridulce de la Vera y un toque del picante, comino, perejil, orégano, ajo, sal, pimienta negra (todo en polvo y toques al gusto), 1 cucharada de vinagre de manzana y un poco del aceite reservado para el guiso
- 1/2 litro de caldo de carne
Elaboración
Llegado el momento, ponemos al fuego una olla ancha y grande con un poco de aceite, se echa la carne y se dora por todos lados, debe quedar bien sellada para que la carne no pierda el jugo interno. Retirar y reservar.
En esa misma olla se agrega el resto de aceite y se incorporan las cebollas bien picadas. Dejar pochar unos 8 minutos, Añadir puerro, ajos, pimientos y zanahorias, todo picado menudo. Mantener a fuego bajo 10 minutos. Si vamos a poner el vino, será el momento dejando que evapore el alcohol unos minutos. Incorporar la salsa de tomate y un poco de sal y pimienta (siempre al gusto).
Pasados 10 minutos se agrega la carne y se mezcla con los componentes del guiso. Echar el caldo, preferiblemente caliente o atemperado y dejar que comience la ebullición. Reducir la temperatura al mínimo, tapar la olla y mantener un mínimo de 2 horas. Mover de vez en cuando y ver como va el proceso. Pasado el tiempo recomendado, comprobar que la carne esté tierna y si es necesario se rectifica lo que consideremos necesario resaltar en sabor. Este guiso puede ser acompañado con patatas, verdura o crema agria que es lo más típico de la receta.
Este preparado viene a ser como nuestro estofado pero donde se da más énfasis a las especias y condimentos en la carne, y con menos verduras. Es un preparado de origen húngaro que se fue extendiendo a los países del este. Tiene muchas variantes, como cualquier preparado cada cual quita o aporta ingredientes al gusto, haciendo nuestro propio estilo del mismo, como yo con el vino o la alcaravea, que es típico en el goulasch, pero la he obviado. También he puesto más caldo de la cuenta porque me gusta el mojeteo, más la salsa que la carne, pero el original queda consistente y espeso.
P.D. Cuando estuvimos en Viena me quedé con ganas de probar esta especialidad y he querido rendir mi particular homenaje a este guiso y ver que tal resulta. ¡Diría que genial! Volveremos más adelante a probar éste y otros muchos platos y ver cosas que quedaron pendientes, seguro.
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