¡Lo de viajar por decir algo! Toda una odisea planificar un viaje cuando dependes de tantas cosas y hay tantos imprevistos que pueden alterar tus esperadas, merecidas y necesitadas vacaciones.
Es mejor quedarse a la bartola en una playa, tomando sol y poniéndose fino de cervezas y sardinas. Desde luego creo que es menos arriesgado y más difícil que surjan imprevistos, bueno nos puede dar el día una jodida medusa.
Lo que sí es complicado es decir me voy al país X, el que sea. Primero que el vuelo salga a su hora, que no tengan retrasos, que no haya huelgas de ningún tipo, etc., todo un acontecimiento. Después que el piloto, ruega que sea un buen profesional, de los muchos que hay, y ese día no sea el que tocaba al pirado de turno y te la juegues. Y remataremos con los dichosos atentados. En el punto de mira, el que sea, porque ellos no miran nada, solo matar y causar daño y dolor.
Un auténtico estres preparar un viaje. Todo el tiempo pidiendo que todo vaya bien y que vuelvas contando lo bien que lo has pasado, lo maravilloso que ha sido todo, que tengas lindas y bonitas cosas para el recuerdo.
Esperemos que así sea para todos aquellos que estén programando sus vacaciones para un futuro.
Una pena los que están pasando horas y horas en los aeropuertos, haciendo largas colas, durmiendo en cualquier sitio y viendo como pierden sus vuelos, su dinero y sus sueños por culpa de gente que espera los mejores momentos para reivindicar sus derechos, que los tienen, los tendrán, pero que deberían ser más justos con el resto de personas que también tienen derecho a sus merecidísimas vacaciones.
