Hace unos días, el 25 de Agosto, dimos el último adiós a nuestro querido y entrañable amigo Francisco, Paco, Paquito como algunas veces le decíamos pero no le gustaba mucho.
Aunque era amigo de siempre, de nuestro compadre Manolo, nosotros lo conocimos más tarde pero hace más de 50 años. Hemos coincidido muchas, muchas veces: Manolo, Paco, José A. y yo, incluso hicimos un viaje inolvidable a Ceuta que hemos recordado alguna vez, riendo sin fin por el bolso que compró y que olía a camello muerto, insoportable. Nos sirvió en más de una ocasión para reír con dicha anécdota.
Más tarde conocimos a quien sería su mujer, Alicia, con quien compartiríamos bastantes momentos todos juntos.
Los trabajos, los niños y la vida en general nos mantuvo a medio gas pero aún así siempre coincidíamos en las fechas memorables, en eventos y con recuerdos imborrables.
En los últimos 12 o 15 años volvimos a hacernos inseparables. Los hijos ya con sus vidas y trabajos y nosotros sin tanta carga familiar ni de crianza. Empezamos a compartir muchas salidas, reuniones y viajes. Y con mas asiduidad desde que empezamos las jubilaciones.
Los últimos meses han sido algo tristes y penosos, especialmente para su mujer, un ir y venir al hospital, sin ver gran mejoría o resultado claro. Creo que cuando llega el momento, por más que uno quiera y desee, no hay nada que hacer.
Sin entrar en mas detalles..., cuando Alicia me llamó para darme la triste noticia, muy inesperada, no pensé que de una semana a otra Paco nos dejaría, fue un momento duro. Me sentí fatal, recordé las últimas semanas insistiendo para que se esforzase y anduviese un poco, había que tirar adelante. Aprecié una leve mejoría que me hizo pensar que podría salir de esa espiral. Lo siento porque ya estaba al límite.
Escribiendo este pequeño recordatorio, siento escalofríos y las lágrimas acuden sin querer dejar que afloren demostrando mi dolor. ¡Nos vamos yendo sin remedio!. Sentimos tu vacío.
El lugar elegido por su mujer e hijos para el descanso eterno, creo que ha sido muy acertado, un remanso de paz, quietud y armonía donde reposará su alma y espíritu.
Aún hay que acostumbrarse a tu ausencia, a no darte caña, a meternos contigo, a esos viajes de batiburrillo entre los cuatro, pero siempre desde el cariño y el respeto, una amistad de tanto tiempo. "Te echaremos de menos Paco".
25-Agosto-2025 D. Francisco J. de la Plaza Zenni D. E. P.
Toca aprender a vivir sin estas personas a ls que tanto amamos y apreciamos. DEP AMIGO
ResponderEliminarEfectivamente. Hay que aprender a no tener a nuestro lado a todos aquellos que se van marchando.
ResponderEliminar