Últimamente esta noche estamos mi marido y yo sólos, hacemos una buena salida de año y mejor entrada del nuevo año. No hace falta mucha gente para estar agusto, casi se agradece.
En esta ocasión, y tras los acontecimientos de los días anteriores, las ganas de preparación y noche eran escasas. Se quedaron con nosotros Beatriz y Gonzalo, con la pequeña dormida desde las 20h., así que la cena fue rápida, y comer las uvas por la tradición. Ellos habían pasado el día y comiendo con sus hermanos, cuñados y amigos en la playa, aprovechando un magnífico día.
La cena fue muy ajustada: Sopa de picadillo, gambas y bocas que nos trajeron del Puerto de Santa María, pollo al limón, empanada agridulce, guisantes con mejillones al ajillo, salsa rosa y mahonesa para acompañar, jamón, queso y lomo embuchado. El tradicional Tiramisú y tarta de la abuela, los postres no faltan. Terminamos con las uvas y un poco de sidra especial para el brindis, bombones y turrones.
Esperemos que el 2023 sea mejor, que seguro lo es porque viene algúin nieto más en camino, qué mejor que eso, y terminaremos el año con alegría. Tampoco nos podemos quejar porque si vuelves la vista atrás o miras hacia otro lado... podemos decir que somos afortunados.
¡Bienvenido 2023! y que todo vaya bien para todos.
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