Ingredientes 2 personas
- unas 20 gambas frescas
- una sutil pizca de sal
- una cucharada grande de harina de trigo
- 1 vaso de aceite de oliva v.e. (si se prefiere de girasol, da menos sabor)
Elaboración
Lavar y escurrir las gambas, simplmente un poco de agua para quitar impurezas. Desprender cabeza y tripas. Echar un toque de sal y mover. Secar con papel de cocina y pasar por harina, sacudir el exceso para que sólo quede una mínima cantidad adherida a la cáscara.
Utilizar una pequeña sartén para que el aceite quede adecuado para la fritura, dado que la cantidad de gambas es corta. Calentar el aceite sin estar humeante, echar las gambas y dar un toque que queden crujientes y levemente doradas. Retirar y colocar en un plato sobre papel absorvente para eliminar el exceso de aceite.
Es un rico aperitivo que podemos tomar mientras degustamos un fino, blanco frío, cerveza o lo que más nos apetezca. Al estar la cáscara crujiente se puede comer tal cual aprovechando el calcio que tienen y que son excelentes para mantener el colesterol malo a raya, además de las vitaminas y minerales que tiene la gamba en si.
Son numerosos los bares y chiringuitos que sirven las gambas de esta forma, tanto de tapa como de ración.
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