Mi primer nieto está a punto de cumplir su primer añito, mi queriodo Bruno y hace unos días vino al mundo una linda nietecita, a la que conoceré en breve, mi preciosa Martina. Ya tengo la parejita, jajaja.
Fuimos al norte, de forma precipitada, a ver a mi madre que estaba bastante mal, y en unos días ha mejorado lo inesperado y sorprendente, atónitos hemos quedado.
Resumiendo, sólo puedo dar las gracias, y mil veces las gracias de forma infinita a Dios por haberme permitido vivir un año relajado y de sencillos pero buenos, acontecimientos. ¡No deseo más!
Espero que el próximo aniversario, y otros muchos más, sean parecidos. Por lo general la gente sencilla se conforma con estas pequeñas cosas que la vida nos regala cada día. Ojalá para todo el mundo fuese igual de fácil.
En esta ocasión no voy a hacer nada especial para festejar el undécimo aniversario. El plato mejor y más especial que puedo preparar en esta ocasión es el del agradecimiento, simplemente.
Vivimos y disfrutemos el presente inmediato porque en unos segundos nos puede cambiar todo. Gracias, gracias y gracias.
Brindo por todo ello.
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