Justo cuando estábamos finalizando el viaje al Puerto de Santa María, de regreso, el pasado día 23 de octubre, nos llamaron para decir que la tía de mi marido había tenido un accidente doméstico, una simple caída, y había muerto. Una noticia impactante.
Precisamente unos días antes mi marido había ido a visitarla para felicitar su santo y cumpleaños que eran el mismo día, fiesta del Pilar, 95 años. Vino refiriendo lo bien que se encontraba, dentro de lo que cabe y con una lucidez extrema, su cabeza le funcionó hasta el último aliento. Unos años bien vividos y bien llevados.
Una persona soltera, funcionaria de profesión, independiente, ha disfrutado y compartido los hijos de su única hermana, mi suegra, cuatro sobrinos a los que ha acompañado durante su infancia, siempre te recordarán.
DEP. desde donde estés.
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