Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

martes, 27 de octubre de 2020

Finca la Marquesa Celebración de BODA

El cortijo de la Marquesa, ctra. de la Zubia, "Finca la Marquesa" para celebrar una boda, sobre todo en verano o con buen tiempo, es ideal. Dispone de un hotelito para los novios y algunos invitados donde  podrán pasar la noche tras la celebración. Un fabuloso torreón para que la novia se peine, maquille, vista y se haga unas bonitas fotos con familiares y amigos.

La pequeña capilla, donde se supone sería la misa, es un pequeño lugar para desayunar tranquilamente a modo cafetería.

Allí alquilan el lugar por un lado y por otro te conciertan el catering con Abades, que son quienes llevan el lugar en su conjunto. Eliges el tipo de menú que deseas para dicho evento, y el día concretado, 6 personas, 2 de ellos los novios, que son los que eligen, te ofrecen prueba y degustación de todo ello. Nosotros estuvimos en el restaurante Maria de la O, que al parecer también es del grupo Abades.

La degustación fue buena aunque excesivamente rápida. Más que degustar fue engullir, un montón de miniaturas a un ritmo muy rápido que apenas daba tiempo a saborear lo que se comía. Carmen se encargó de todo el asunto y nos decía qué era cada cosa que nos daban en ese momento. Las presentaciones que vimos en su día, nada tuvieron que ver con las de la boda, por motivos Covid.

Al parecer, el día de la degustación, Carmen tenía otros eventos en un par de horas por lo que no nos pudo dedicar el tiempo necesario que merecía el momento y la decisión del menú, mantelería, mesas, etc. Ya desde ese instante sabía que esa chica nos daría más de un quebradero de cabeza.

Carmen fue la persona destinada, desde el primer momento, en proporcionar lo necesario, información e instrucciones, y cualquier cosa que los novios deseasen o necesitasen "ayudar y colaborar" en todo el tema boda. Al menos eso debía ser... ayudar a Beatriz y Gonzalo, Gonzalo y Beatriz, para que no tuviesen más preocupaciones que las propias de la preparación de sus invitados, ropa, adornos regalos, etc. que no es poco.

Los novios han tenido bastante paciencia con la aptitud de la responsable y organizadora porque tardaba en contestar sus correos, no le daba solución ràpida y eficiente... han tenido preocupaciones y problemas innecesarios por su forma de actuar. Quizás sea una persona muy competente con otras personas pero en esta ocasión, para mí concretamente, porque ellos son más prudentes, no ha sido lo profesional que se debía para esta situación. Ha dejado mucho que desear. Poca amabilidad.

No empatizó en ningún momento con nosotros, y eso antes del Covid, después no mejoró en nada. Dada la situación debería haber facilitado la decisión de seguir con la boda hasta sus últimas consecuencias. No ayudó para nada en reducir el estrés de tan valiente decisión que tomó la pareja, aún sabiendo que en cualquier momento podían venirse abajo todas sus espectativas de celebración.

Antes de la pandemia y del confinamiento, ya daba largas en contestar correos y demandas de la pareja, pero después fue aún peor. Era todo un puro NO. -Siempre negativa nunca positiva- . 

Esta sería la última celebración prevista en la Finca hasta pasado todo este panotrama, podía haber hecho más.

(En la boda de Eu y Angela, hace 3 años, la persona encargada de su evento fue un encanto y todo amabilidad, Sin preocupación en ese campo y la degustación del menú, tranquilo y distendido, como debe ser, aunque las comparaciones son odiosas, hay veces...)

Incluso en el día de la boda nos estresó con el tiempo de los servicios, agobiando a los invitados con las prisas y la barra libre, abierta mientras aún estabamos con los simpáticos discursos, y distendidos tras la comida disfrutando de la sobremesa, plato tras plato, rápido... La barra libre vale bastante cada hora, como para empezar antes sin necesidad.

De la comida no diré nada, excepto que no quiso poner el magnífico jamón con cortador que pusimos de nuestra cuenta en platos al centro por el tema Covid, aunque los embutidos y demás platos que nos sirvieron, sí fueron a compartir. En cuanto a la recena, aún me pregunto si la hubo, fue más que escasa. Ya quedaba menos gente y teníamos que haber tenido comida de sobra, según se contrató. Al igual que la limonada inicial, donde los invitados tuvieron que esperar para que trajesen más, eso no se puede concebir.

Los novios con todo lo que tenían debían de haber recibido más cordialidad y asesoramiento de esta chica. Yo no hubiese sido tan paciente con ella.

Si voy a agradecer, a Carmen, que nos dejase adornar un día antes la finca, de lo contrario hubiese sido caótico todo, el mismo día de la boda, imposible. Estuvimos 5 personas (los novios, la hermana de la novia, la concuñada de la novia y la madre de la novia, es decir: Gonzalo, Beatriz, Ángela, Cristina y Yo) durante 5 h trabajando para adornar aquello y que luciese bonito. Ángela, que también es Wedding Planet (organizadora de bodas), hizo unas decoraciones y adornos de flores muy chulos, y yo con mis manualidades colaboré bastante. Que se puede contratar quién haga esto... pues SÍ pero queríamos hacerlo nosotros.

La temática algo bohemia, romántica, playera y surfera, lo que a los novios les gustaba. ¡Quedó perfecto!, dulce y sencillo como ellos son. Quizás no todos se diesen cuenta de los detalles pero para nosotros mereció la pena el trabajo.

El día resultó magnífico en general, los novios guapísimos y superfelices, el clima perfecto, todo bien y un ambiente distendido.

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