Como hemos dicho en alguna otra ocasion, este negocio está situado en pleno pueblo de Güejar Sierra, casi al pie de la montaña, lleva abierto desde hace muchísimo tiempo, al que nosotros vamos de vez en cuando a degustar el mejor choto de todos estos lares.
Manuel, el dueño, es el encargado de partir minuciosa y cuidadosamente el choto, según nos dijo tiene utensilios y una mesa especial para hacerlo. También tiene un huerto con tomates, judías, pimientos, berenjenas, calabacinos, frutales... y un sembrado de patatas, maravillosas patatas. Todo cuanto aquí se degusta lo siembra y recolecta él, incluido su vino que elabora anualmente, un mostillo muy apreciado.
En la cocina se encuentra la mujer de Manuel, encargada de hacer todas las viandas que salen de su diminuta cocina. Y la hija, que atiende y sirve barra y mesas.
Trabajadores eficientes de siempre. Para ellos el tema de jubilación ni se lo plantean. Es el negocio que les da de comer y lo atienden a cal y canto. Lástima que falte su hijo que era un buen colaborador también en el negocio. Un golpe que la familia no termina de superar, ese palo no hay nadie que lo supere.
Os aconsejo que hagáis una visita a este emblemático lugar y probéis estos sencillos y ricos platos.
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