Hace 21 años que este negocio, junto al portal de mi casa se inauguró, Restaurante "La Leñera". Estuvimos desde ese momento y hemos seguido toda la trayectoria del mismo hasta el final.
Los dueños artífices, Conchi y Ricardo, han sabido estar ahí durante todo este tiempo adaptándose a las circunstancias. Grandes luchadores y trabajadores sin palangón. Buenos profesionales, especial mención a la amabilidad y simpatía de ella.
Conchi es la mujer que todo el mundo le gustaría tener como amiga, dulce, cariñosa, agradable, sabe escuchar, buena, y un largo etc. Eso como persona, como trabajador aún mejor, una sonrisa imborrable en su rostro y saber estar. De Ricardo siempre he dicho que es incombustible, a pie de batalla y sin parar.
Hoy llega el final de su carrera laboral. Se acaba el trabajo, han cumplido con creces sus expectativas y merecen una buena recompensa, su jubilación.
Hay que disfrutar de ellos mismos, su familia y amigos. Tardarán en la adaptación como es lógico pero encontrarán la forma de comenzar una nueva etapa que les llene de paz y felicidad.
Este negocio ha sido un referente en el barrio, como cualquier otro negocio ha tenido sus detractores y sus incondicionales, entre los que nos encontramos, mi marido y yo. Hemos comido muchísimas veces ahí, con familia y con amigos. En los últimos tiempos nos aficionamos a la barra, donde considero que un trocito de ella es casi nuestra, los viernes han sido siempre para disfrutar de una de las mejores cervezas, fría, como nos gusta.
Aunque se prevé que hay unos nuevos dueños que van a mantener el negocio, ya no va a ser lo mismo sin "Conchi & Ricardo". Os echaremos de menos. ¡Felicidades, suerte y hasta siempre! Besitosssssss.
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