Nuevamente en el Restaurante Monte Vélez, en Huétor Vega, donde últimamente hemos tenido varias celebraciones familiares y entre amigos, quedando siempre contentos.
El sábado, día 3 nos reunimos varias parejas para comer la famosa "Olla de San Antón". Y digo famosa porque no hay bar, restaurante y rincón que se precie, que no tenga una preparación de este plato, que se ha convertido en un típico plato en estas fechas.
Ha tomado un gran auge en los últimos años y se ha convertido en una tradición ineludible. Tanto si te gusta más o menos, el resultado es el mismo, reunión entre amigos y pasar un rato distendido y relajado.
En esta ocasión nos decantamos por el restaurante mencionado donde degustamos el famoso pucherete. Haciendo separación entre el plato principal y resto de viandas, chacinas y casquería, que en otros sitios lo sirven en el mismo plato. Unos encurtidos, el remojón, la famosa ensalada de naranja y bacalao. Una composición que se ajustaba en la medida idónea entre ingredientes y caldo, todo bien engranado y de buen sabor. Un nuevo acierto en la elección del sitio.
Nada que ver con la que comimos en el Restaurante el Guerra, todo un batiburrillo de ingredientes, con escasa armonía entre ellos, toda una mezcolanza y con escaso sabor, no mala pero lejos de ser buena. Por no hablar de la que ponían de tapa, mejor no digo dónde, por cercanía, que era agua negruzca sin más, preferible que obsequien con unas buenas olivas para acompañar la cerveza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario