El pasado sábado fuimos a ver un desfile de modelos en el paseo central de la Virgen de las Angustias, donde se iban a lucir unos trajes de boda, tocados, etc. Yo no hubiese ido de no ser porque mi hija desfilaba en él, que no es que se dedique a eso pero quiso colaborar, dado que no pagaban, como una experiencia nueva. El asunto es que la organización fue algo mejorable, tardaron mucho tiempo en un desfile que se podía haber reducido a más de la mitad del tiempo, la gente se cansa cuando el acto se prolonga. A las chicas las habían pintado con un exceso de maquillaje, y un gran fallo fue a la hora del pase de tocados y sombreros, (muy bonitos por cierto), que debían ser los protagonistas, y donde deberían haber ido las miradas, pero al permitir que cada modelo fuese con su propia ropa, solo se exigía de color negro, algunas se pasaron en escote, transparencias, encajes y minifaldas, con lo cual las miradas iban a todas partes de la modelo menos al tocado. Había personas que pensaban que se estaba luciendo lencería, normal, chicas guapas, con buen tipo y enseñando tanto, no podía ser menos, querían que se las vieran a toda costa normal. Pero para que algo en concreto marque el protagonismo, el resto debe ser regio y discreto y hasta el mismo atuendo para todas para que las miradas vayan donde realmente se quiere, una túnica larga de gasa o seda en negro, o un tono conjuntado con el tocado hubiese sido más acertado, ¡es mi opinión!, eso sí mi hija guapísima y elegante.
Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.
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