Ha sido un verano intenso, no solo en el calor sino en las llegadas de nuevos miembros a la familia. Casi podríamos decir que a mes por niño. Leo en Junio, Carla en Julio y Olivia en Agosto.
Eso ha conllevado visitas a los lugares donde se encuentran los padres. Con Leo poco problema porque ellos viven en Granada.
Carla en Mallorca, por lo que era obligada la visita para conocerla y Olivia en el Puerto de Santa María, que conocemos sobradamente pero que hemos ido a conocer a la peque. Entre medias idas y venidas a la playa ¡Un no parar!
Con poco tiempo para dedicar a mi blog. Ahora que todo vuelve a la relativa normalidad, ya podré centrarme un poco más. Así mismo espero poder retomar mis guisos y pasar más tiempo en casa que en la calle, porque llevamos unos meses desatados de comidas y cervecitas que esperemos no pasen factura. Poco a poco para ir acostumbrando el cuerpo a lo sano mediterráneo y casero.
A ver si empieza el frío y anima porque con este calor aún sigue apeteciendo terracita o barra y estando jubilado, aún más.
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