Vamos a tener un almuerzo variado con restos de lo que tenemos en el frigorífico de otros días. Tirar no se tira nada, podemos hacer un pequeño menú degustación con productos que nos habían sobrado de días anteriores, haciendo atractivos los restos.
Empanada de pollo agridulce, minipotas al pilpil, patatas en salsa, chuletón de buey de Cádiz plancha, alcachofas de la Vega de Granada plancha y unas galletas de chocolate y dátiles de postre. Regado con un buen vino de rioja, como nuestro archiconocido Glorioso y un blanco que nos regaló Antonio "Nueva Leñera", muy bueno.
Sin tener que trabajar, prácticamente nada, hemos organizado un almuerzo digno de los mejores restaurantes. Material que deambulaba por el frigorífico en sus táper y pensando en comerlos sin el menor atractivo. Lo mismo que es esto, puede ser cualquier otra cosa.
P.D. Glorioso crianza Rioja Alavesa, un vino que conocemos y compramos desde hace muchos años, bodegas Cosme Palacios, rico y proporcionado en calidad precio, y al que últimamente los restaurantes están maltratando sin motivo ni razón.
Puede ser por la gran cantidad y variedad de vinos que han surgido y a los que hay que poner a la cabeza del mercado, cada cual los suyos. En la variedad esta el gusto pero no nos dejemos guiar por el esnobismo, vinos sin más y bien cobrados.
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