Ayer me notificaban, vía whatsApp, la triste noticia de la muerte de Martina, trabajadora del H.Virgen de las Nieves durante muchos años. Disfrutaba de su jubilación con su familia desde hacía algún tiempo con su marido, mi querido José F. compañero también del Hospìtal y con quien he tenido bastante contacto desde nuestros inicios en el H.R.T. y posteriormente en el E.G., en compras, hasta su jubilación, en la que tuve la suerte de estar, compartir y organizar, junto a varias compañeras.
Disfrutamos de su hospitalidad en su casa, donde pasamos buenos momentos. Gente sencilla, amable y cariñosa. Entregada a su familia y amigos.
Todo esto viene a decir que nos conocíamos de muchos años. Personas a las que se les quiere por ser, simplemente magníficas. Enamorados del mundo, incansables viajeros.
Se me partió el alma cuando José tuvo la bondad de llamar para relatar todo el proceso y las condiciones en que se encuentra. Ha sido todo muy duro y pasará mucho mucho tiempo hasta asimilar lo acaecido, el nuevo espacio sin su querida mujer.
Se me hace un nudo en la garganta imaginar todos esos momentos que han vivido y el trágico final de esa mujer que dedicó toda su vida laboral a un servicio hospitalario, y cuando necesitaba la ayuda médica no encontró lo que debía y se merecía. No quiero corroerme por dentro pensando de quien ha sido la culpa de esa situación o como podía haberse evitado tanto dolor y sufrimiento.
Solo decir, que donde quiera que estés, Martina, tendrás un merecido descanso. Tu marido seguirá sin ti pero arropado por su familia y amigos, adaptándose al vacío que dejas e intentando llenar, con esos bonitos recuerdos, vuestros mejores días y esos incansables viajes, de risas, de amor ¡Aquí debes centrarte José! tardarás mucho tiempo pero tus nietos van a conseguir devolver una sonrisa a tu corazón, ya lo creo.
Un fuerrte abrazo para ti y toda la familia.
D.E.P. MARTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario