La particularidad de este dulce de membrillo es hacer un almíbar con el azúcar e incorporar a los membrillos junto con un limón pelado sin piel blanca y sin semillas. Hacer un puré mezclando bien y mover hasta obtener la consistencia deseada. En unos recipientes he puesto nueces, y en otros pistachos. La de pistachos ha salido algo más blandita y la otra algo más dura pero sólo influye el tiempo de exposición al calor.
Se puede hacer perfectamente en el Thermomix, para quien disponga de él. Pelar y trocear los membrillos, la misma cantidad de azúcar (algo menos si no os gusta muy dulce, pero deberá estar más tiempo de cocción). Añadir el limón y triturar hasta conseguir que se haga una pasta, puede que cueste, se deja para incorporar el almíbar que se hace con el azúcar, un par de cucharadas de agua y unas gotas de limón. No he obtenido propiamente un almíbar muy líquido, no quería hacer caramelo. Agregar a los membrillos y triturar, resultará más fácil. Programar 45 minutos a 110º y velocidad 4.5.
Opcional, agregar frutos secos, y repartir en los recipientes. Dejar enfriar totalmente cubriendo con papel film. Esto dura bastante tiempo. Se puede meter en frigorífico o dejar en sitio fresco y sombreado. No excedáis la cantidad en el Thermomix, ajustaros a la capacidad y las indicaciones.
Lo del almíbar me lo dijo mi amiga Maruja de Priego que lo hicieron así y resultó perfecto y delicioso. Este año he hecho bastante y han salido de diferentes texturas. Así como la tradicional jalea de membrillo, entretenida por el tiempo que hay que estar pendiente pero con este magnífico resultado.
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