Este restaurante que lleva funcionando algún tiempo pero que anteriormente fue el restaurante la Ermita, está situado en los bajos de la plaza de toros.
Hicimos la celebración de jubilación de nuestros compañeros Encarnita y Alberto. Nos hubiese gustado poder estar en la parte alta pero estaba completa y nos quedamos en el bajo donde, se desluce todo un poco porque está en forma de L y algunos compañeros no se ven con el resto.
Salvando la ubicación, hablemos de la comida, menú para 40 personas y 40€ por persona. El encargado está pendiente que no falte nada y todos se marchen contentos. Es la única forma que la gente repita en una próxima ocasión.
Personalmente me gustaría poder comer fuera de menú para comprobar realmente la calidad del lugar. Espero hacerlo próximamente pero pasadas estas fechas tan estresantes. Ya sabemos que las comidas multitudinarias y más en estas fechas, son lo que son. No estuvo mal pero tampoco muy bien, raciones muy justas aunque no seamos muy de platos copiosos, la carne, con mucho nombre, algo reseca y una salsa que se repetía bastante, pero de sabor aceptable.
Estas cosas no pueden ser juzgadas ni calificadas hasta que no se coma bajo carta y viendo que tal funciona realmente la cocina. Prometo volver para poder hacer una crítica más fiable.
Resaltar nuevamente el trato cordial y amable del encargado "David", duro en las negociaciones de primera instancia pero asequible en el final. Tuvo a bien obsequiar con un bonito ramo a ella y una botella magnum a él.
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