Como no podía ser menos, al final entre unos y otros y entre yo misma, he terminado convencida de que un aparato Thermomix me va a ser de gran utilidad, ya veremos.
Durante más de 30 años he pensado que esto no servía nada más que para batir y triturar, siempre he dicho que las texturas conseguidas eran únicas, pero con el precio que tiene, comprarlo sólo para eso no me compensaba. Yo me hubiese conformado con el mismo modelo que tenía mi suegra que algunas veces usaba para hacer cremas, batidos, gazpachos etc. pero al final he terminado con el último modelo TM5 que es prácticamente un ordenador, cosa que no me gusta, pero que espero que no solo me sea útil para lo que quiero, sino que pueda hacer platos estupendos capaces de superar mi cocina tradicional. Mis hijos encantados con la novedad. Lo he estrenado para hacer pan rallado y eso ha salido perfecto. Pero creo que lo amortizaré con bastantes cosas más y algo más elaboradas. De momento voy a estudiarlo a fondo a ver si congeniamos y cambio de aptitud hacia él.
Puede ser que donde dije digo digo diga Diego, y lo que antes decía que era perder dinero para el provecho que iba a sacar, ahora pase al extremo de hacerlo imprescindible en la cocina. Ya iremos viendo...
Decir que la comercial que ha tenido a bien venderme el aparato, Anabel, es una chica encantadora y eficiente, espero que sigas en esa empresa mucho tiempo. Gracias.
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