Como cualquier comida de las que se hacen en estos días, tanto con amigos, compañeros de trabajo, de negocios, etc... van todas cortadas por el mismo patrón. Aquí lo realmente importante es estar con un grupo de personas con las que se reúne uno al menos una vez al año y pasarlo bien y hacer que el resto del año el compañerismo se arraigue, tengamos un ambiente más cordial y distendido, además de pasar un buen rato y estrechar lazos, yo con todo esto estoy encantada y me gustaría que fuese algo para hacer de vez en cuando y no una vez al año, bueno lo que quiero comentar es el restaurante y su comida, en esta ocasión hemos comido en el Passetto di Roma, una pizzería de nuevo diseño, probablemente un día normal se coma estupendamente, pero cuando es un menú preacordado y con mucha gente y el aforo está completo con otros grupos, es un mojón, te sirven excesivamente rápido pero los platos llegan fríos, con objeto de terminar muy pronto, me resultó tristísimo que no nos cambiasen el plato, y los postres para compartir había que coger de la fuente sin más, unas raciones miserables pero con gran abundancia de nata para rellenar las fuentes, el cava para brindar lo servían desde la cocina y menos de media copa, podría seguir diciendo pero no merece la pena. debo de ir en alguna ocasión fuera de fiestas y acontecimientos porque la pizza, que nos ponían de entrante, estaba buena.
Estos días no vamos a tener en cuenta las comidas de restaurantes porque la mayoría van en la misma línea, quizás debamos seguir con los que conocemos y sabemos que van a responder bien. Mi hija vino contenta de su comida en El Balcón del Genil, quizás porque comieron cada uno lo que quiso, sale más caro pero quizás merezca la pena, claro que pagó la empresa que esto sí que es un detalle para el trabajador.
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