Una vez más, este verano, hemos visitado el Ancla, comprobando que sigue en la misma línea de siempre en cuanto comida y tapas, pero quiero hacer una mención especial a los personajes que allí atienden el negocio como Abdel que atiende la plancha sin parar un instante, fuera en la terraza, un parco en palabras pero magnífico trabajador como es Carlos que creo está desde los principios del negocio y en la barra tenemos a Juan, (Ioan Lucian), yo diría Juan el magnífico, lava la imagen de los rumanos con creces, es un buen trabajador él sólo lleva el servicio de bebida de fuera y dentro, pero lo mejor de este chico es que siendo de Rumanía, Transilvania, tiene un acento motrileño inimaginable, es casi increíble que hable un perfecto español con estilo caleño incluido el deje, en los fines de semana colabora Gustavo que también es otro artista en la barra, no se lo que ganarán estos chicos pero en los meses de verano se lo curran bien, incluido el hijo del dueño, Miguel, (se ha hecho mayor en el negocio), que tanto trabaja en la caja como de camarero. A veces hay que hablar del personal que atiende el negocio que es tan importante como lo que se beba o se coma.
El dueño ha reformado el bar del hotel El Ancla dando una nueva imagen al local y enfocándolo para carnes a la brasa, pizzas, hamburguesas.... pero me sigue gustando el formato de la taberna, de cualquier forma la iniciativa es buena y espero que prospere. En el restaurante del Hotel, su cocinero tiene fama de hacer buenos guisos de marisco, que tendré que probar en alguna ocasión porque ya lo hice hace mucho tiempo y quiero comprobar el cambio.
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