Conocido como el kiosco, situado en la explanada de Motril en pleno centro, ubicado en ese lugar de siempre que yo recuerde. Antes regentado por el padre y ahora por su hija, mi marido y yo lo visitamos desde hace muchos años, incluso antes de casarnos porque ponían un caldo casero típico que nos tomábamos antes de ir a cenar al puerto o ir de tapeo, hace tiempo que esto desapareció pero el kiosco se renueva y sigue existiendo y para buena sorpresa, este año descubro que la tapa es justa y adecuada en cantidad y tamaño para lo que se entiende como tapa, un minipanecillo bien tostado y con lo que quieras dentro, prefiero esto mil veces a un pan de mayor tamaño y con un miniatura de relleno, yo no quiero llenar la tripa a base de pan, por eso prefiero cantidad proporcionada para acompañar la bebida, el kiosco sigue superviviendo, con sus famosos bocadillos y criminales, y espero que así siga mucho más tiempo por lo emblemático que es y no desaparezca como tantas otras cosas.
Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.
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