En estas fechas tan próximas de Navidad donde aprovechamos para hacer esos magníficos regalos deseando que nos gusten y acertar con la elección lo más posible, tanto para Papa Nöel como para Reyes Magos, deberíamos meditar mucho el tipo de regalo que más conviene hacer, especialmente cuando hablamos de seres vivos. Un perfume, unos guantes, un bolso..., nos puede gustar más o menos, podemos usarlo o arrinconarlo o descambiarlo si nos dan esa oportunidad, pero hablando de mascotas la cosa cambia y más aún cuando se trata de un perro o animal que haya que sacar a diario a pasear una o dos veces al día, cualquier animal que sólo demande comida y poco más y que esté en casa calentito no es igual, incluido el gato, pero hablando del perro hay que saber que cuando estamos calentitos en la cama, hace frío, llueve o nieva, el perro quiere ir a la calle tempranito para hacer sus cositas, las que nosotros hacemos en el water y volvemos a la cama otro rato más, pues ellos tienen que salir sin el más mínimo miramiento de lo a gusto que estás en la cama. Hay que pensar que esto es así un día tras otro y un perro puede tener una vida media de 12 años, forma parte de la familia, es uno más y no lo dejo tirado cuando me estorba o me ocasiona molestias, hay que pensar en eso a la hora de regalar. Los primeros días es encantador y nos ilusiona pero es un plastón pasado ese tiempo maravilloso, y sigue comiendo, cagando y paseando cuando menos nos apetece a nosotros o cuando queremos viajar y estamos de vacaciones para hacer lo que más nos gusta. Dejar a los animales tranquilos y viéndolos desde el escaparte si no estamos dispuesto a sacrificarnos por ellos, nosotros tenemos un perro que le regalaron a mi hija y al final es de todos, pero ella vive fuera y al perro lo tenemos nosotros, lo que no vamos a permitir es deshacernos de él por comodidad y egoísmo, toca aguantarse y apechugar pero no vamos a abandonarlo como otros que veo con estrés y ansiedad buscando a su dueño, ese que le ha dado esquinazo sin más. Tienen sus ratos de cariño, de gracietas, de juego, y creo que compensa tener una mascota si estamos convencidos o por el contrario llevarlos a donde los vayan a cuidar, pero no los dejéis en la calle a su suerte.
Haced el regalo de Navidad con cabeza y con corazón que la sonrisa y la ilusión se pasa en unos días y nos queda el resto. Felices fiestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario