Hace unos días me enteré que la marisquería Sal Gorda había cerrado, me apenó mucho la noticia dado que en otras circunstancias y con algunos cambios en la política interna, estoy segura que podía haber funcionado y muy bien. El sitio es estupendo, con amplia terraza donde da el sol en invierno de manera muy agradable, casi a punto de finalizar las obras de este dichoso metro de Granada tan sumamente innecesario y que tanto ha afectado negativamente a muchos negocios, casi a fin de obra, al menos en esa zona, por lo que si hubiese aguantado un poco, seguro le habría ido mejor en unos meses. Olvidando lo que se hace en otras ciudades y que en la nuestra no funciona, copiemos de fuera lo más positivo, centrándonos en la tierra del chavico y la tapa por excelencia, dando calidad y una tapita en condiciones se tiene éxito por que sí, veamos como ejemplo el Restaurante Cunini, que ya sabemos que está en pleno centro de la ciudad y no es lo mismo, pero todo el mundo come y tapea, siempre está lleno, no se pasan por alto ninguna tapa a pesar de pedir raciones, estoy convencida de que el éxito está ahí, no podemos escatimar unos pocos euros en una tapa porque repercute a la hora de volver otro día a ese sitio, en el que te atendieron tan bien y donde guardas un buen recuerdo de lo que allí comiste, y por supuesto cobrando con moderación y sin bribonería que los sablazos se pagan, y esto no es precisamente refiriéndome a la marisquería, que no daban ningún sablazo sino hablando en general de los muchos restaurantes que sí lo hacen, precisamente en Sal Gorda, a mi entorno nos han tratado siempre estupendamente, por eso me apena no poder contar con este sitio más.
¡Espero que os vaya muy bien en el próximo negocio!
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