Hemos estado unos días haciendo la ruta del vino en Rioja y Ribera donde había cosas que ya habíamos visto y conocíamos y otras nuevas sobre todo en el entorno de Ribera de Duero, hemos visitado varias bodegas y catado algunos vinos, ha sido una ruta enólogica. Todo ha sido muy interesante, y cambiar de aires sienta bien para relajarse haciendo algo distinto aunque el viajar cansa y más aún a mi por mi situación y con el problema de caderas, pero a pesar de todo me apunto a un bombardeo, como se suele decir, mientras el cuerpo siga aguantando resistiré como sea, no voy a renunciar a nada, ya estoy en mi casa para intentar equilibrarme y recuperarme para un próximo achuchón, el verano es largo. Para qué salir de España cuando aún no conocemos parte de nuestra maravillosa tierra, aquí hay muchas cosas bonitas que ver antes de ir al extranjero, o hay que ir alternando. Conozcamos este país.
Uno de los enclaves más bonitos que hemos vuelto a ver es Laguardia donde entre otras bodegas están Solar de Samaniego, Campillo, Ysios, etc, un pueblo precioso, y justo enfrente las bodegas Palacio, donde mi marido es cliente de sus magníficos vinos que compra todos los años para nosotros, amigos y conocidos, estas bodegas tienen en Begoña, persona eficaz y atenta, una magnífica directora de marketing directo. En varias ocasiones hemos visitado la bodega y hecho catas de vinos tradicionales y nuevas fórmulas, en esta ocasión me llamó la atención los vinos de mil flores, quizás por el colorido de la etiqueta y no me importaría tener una muestra de cada color a modo de colección. En este enclave está la antigua bodega puesta al día como hotel, encantador, tranquilo y maravilloso donde siempre somos atendidos como si fuésemos los dueños, siempre vamos en época estival que al parecer es temporada baja para ellos por lo que la tranquiladad y la paz están aseguradas. El restaurante y el desayuno casi están personalizados. Quien necesite unos días de relax le aconsejo que se pase por ahí, no hace falta spa tan de moda para quitarse el estrés, sólo máquina de fotos y buenas piernas para ver el entorno.
Uno de los enclaves más bonitos que hemos vuelto a ver es Laguardia donde entre otras bodegas están Solar de Samaniego, Campillo, Ysios, etc, un pueblo precioso, y justo enfrente las bodegas Palacio, donde mi marido es cliente de sus magníficos vinos que compra todos los años para nosotros, amigos y conocidos, estas bodegas tienen en Begoña, persona eficaz y atenta, una magnífica directora de marketing directo. En varias ocasiones hemos visitado la bodega y hecho catas de vinos tradicionales y nuevas fórmulas, en esta ocasión me llamó la atención los vinos de mil flores, quizás por el colorido de la etiqueta y no me importaría tener una muestra de cada color a modo de colección. En este enclave está la antigua bodega puesta al día como hotel, encantador, tranquilo y maravilloso donde siempre somos atendidos como si fuésemos los dueños, siempre vamos en época estival que al parecer es temporada baja para ellos por lo que la tranquiladad y la paz están aseguradas. El restaurante y el desayuno casi están personalizados. Quien necesite unos días de relax le aconsejo que se pase por ahí, no hace falta spa tan de moda para quitarse el estrés, sólo máquina de fotos y buenas piernas para ver el entorno.
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