Cada vez más arraigado Hallowen en nuestra sociedad. En esta ocasión tenía que hacer una calabaza "terrorífica" que mi nieto llevase a su cole para un concurso.
Hubo un momento que pensé que el niño se asustaría más de la cuenta, solo tiene algo más de 3 años. pero no fue así, le gustó. Tenían una fiesta prevista para niños, padres y hacer el concurso, pero como el día predecía lluvia, quedó suspendido el acto. No sé si llegó a haber concurso ni que pasó con la calabaza, yo mi trabajo lo hice.
Expongo el proceso desde que se compró la calabaza, hasta que salió para ir al colegio.
Comprar, lavar, limpiar su interior, meter en desinfectante, secar, untar con vaselina...un proceso para que el deterioro de la susodicha calabaza fuera más lento y durase más días. Toca mano de chapa y pintura, vestimenta, luz, nombre, complementos y abalorios para llegar al resultado final. ¡Que no le falte de nada!
Por mi nieto lo que sea, y por mí misma que disfruto más que nadie con las manualidades, las que sean.
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