Casa Vallejo en Motril, calle Nueva,33, un lugar de siempre. Recuerdo cuando el padre vendía el jamón y ponía las tapas sobre trozos de papel.
En alguna otra ocasión he puesto algún comentario al respecto. Hoy me entristece hacer un comentario no muy bueno porque ha decaído bastante, duele ver como lugares de referencia van a menos por uno u otro motivo.
Hace unos días pasamos a tomar el consabido jamón y viandas del lugar y descubrimos que los jamones brillaban por su ausencia, uno en barra que era el de uso. El dueño tuvo la delicadeza de invitarnos para darnos la bienvenida de vacaciones veraniegas.
Días más tarde nos vimos con la obligación de agradecer su amabilidad y fuimos, con nuestros hijos a enseñarles el lugar, y a cenar. Lo triste fue ver como sacaban un plato de jamón de donde apenas quedaba algo, nada bueno ni meritorio, así como el resto de comandas que pedimos, que tampoco hay mucho donde elegir.
Para rematar con la mediocridad está el camarero, también de siempre que yo recuerde. Parece disfrutar racaneando tapas, se hace el loco totalmente llenes las veces que sean, es penoso.
Por supuesto que este año ha quedado clausurado el lugar para nosotros, no más visitas. El año que viene, si sigue existiendo, ya veremos.
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