Un hombre especial donde los haya. Hace unos días me dijo mi hermana que Alberto, el marido de una prima de mi madre había muerto. Actualmente ellos vivían en Torremolinos. Un matrimonio que vivieron y trabajaron muchos años en Francia, donde tuvieron dos hijas.
La prima hermana de mi madre, Conchi, encantadora, tuvo la gran suerte de conocer a este hombre y casarse con el. Volvieron a España hace ya algunos años con una de sus hijas, que era de mi edad y con la que me llevaba bastante bien a pesar del poco tiempo que pasábamos juntas en vacaciones. La hija pequeña se quedó a vivir en Francia donde sigue residiendo.
Sin entrar en más historias familiares, solo quiero decir que este hombre que nos ha dejado era una de las mejores personas que he conocido. Lo recuerdo de mi juventud y hacía muchos años que no nos veíamos pero mi recuerdo sigue fresco e imborrable. Como si lo estuviese viendo. Servicial, atento, amable, agradable, trabajador, cariñoso... y muchas cualidades más. No surgen estos halagos porque esté muerto, solo para quien realmente se lo merezca, como él.
Su mujer lo echará de menos siempre porque se va el mejor compañero de viaje que cualquiera puede desear, tras una vida entera juntos, se ha marchado dejando una huella imborrable a todos cuantos le conocieron. Especialmente a su familia que es quien más notará ese gran hueco.
Un beso y un abrazo de todo corazón a mi querido Alberto.
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