Hacía mucho tiempo que no estábamos juntos todos los amigos, los de siempre, los que hemos compartidos muchos buenos momentos, muchos acontecimientos en las vidas conjuntas, muchas entradas del nuevo año pasándolo de maravilla y celebrando un nuevo año, un año más.
Recordando tiempos pasados muy gratos, quedamos en la casa de nuestro gran amigo Manolo donde él siempre nos ha deleitado con sus ricos y sencillos platos pero de gran calidad.
Como antaño, nos hizo un arroz de marisco y un pollo frito, típicos platos que hemos podido saborear en multitud de ocasiones. Volvimos a poder degustar platos tan significativos, comprobando que no pierde categoría en su cocina. Todo nos supo a gloria, riquísimo, y más cuando compartes bastante más que comida.
Como antaño, nos hizo un arroz de marisco y un pollo frito, típicos platos que hemos podido saborear en multitud de ocasiones. Volvimos a poder degustar platos tan significativos, comprobando que no pierde categoría en su cocina. Todo nos supo a gloria, riquísimo, y más cuando compartes bastante más que comida.
Comenzamos a las 15h y terminamos a las 19'30h donde hubo entrantes de chacinas varias de muy buena calidad, ensaladas, mejillones, amén de los dos platos principales, y ricos postres. Todo regado con cervezas frescas y vinos excelentes.
Unas horas para recordar en espera de volver a repetir con más frecuencia. El lugar y las viandas es lo de menos, lo interesante son las personas.
Aunque ciertamente cada día que pasa todos tenemos más manías y menos aguante, unos más que otros, pero aún así merece la pena pasar un rato juntos. ¡Hasta la próxima!
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