Una semana intensa

Esta semana que termina hoy domingo he podido disfrutar de unos días libres porque tenia aún 4 días de vacaciones reglamentarias que unidas al lunes fiesta han supuesto unas cortas vacaciones. Es decir no he tenido que ir a trabajar, madrugar, estar sentada largo tiempo, autobuses, etc. De eso me he librado pero del resto no. Una semana llena de trabajo doméstico, muy intensa en todos los sentidos.

He podido pasar bastante tiempo con mi hija, recién llegada de California, desayunar juntas, ir de compras, charlar, etc. muy bonito.
En mi casa donde he tenido que hacer el cambio de ropa, no se para qué porque aún hace calor y casi seguimos vestidos de verano, pero en mi espacio sólo hay sitio para una temporada. Y además no es cambiar armario y percha como otras personas pueden tener y sólo cambian de sentido los armarios. Yo tengo que sacar, planchar, colocar y doblar y guardar hasta la próxima temporada. Una locura y aún no termino del todo. Más plancha...

También limpiando y organizando la nueva adquisición de mi hija. Un bonito apartamento en Sierra Nevada, y que podrá disfrutar su hermano y creo que incluso nosotros en una menor medida dado que la nieve no nos atrae mucho, pero sí es posible que en verano podamos estar unos momentos por la zona. Ha quedado magnífico. Y por supuesto cocina a discreción durante toda la semana y a destajo en el día de hoy. Un no parar. Con ayuda farmacológica para poder seguir el ritmo y que mis huesos colaboren, pero los dolores ahí están y persisten. Una pena porque podría hacer bastantes cosas más si estuviese bien.

Mañana nuevamente la jornada laboral echando el mandaíco del Sr. Rajoy, que le parecía poco, le den... y a todos.