Creo que fue el pasado verano cuando abrieron este lugar y con bastante aceptación. Es triste comprobar que en el transcurso de un año ha bajado en nivel en todos los aspectos. Tienen una gran carta de tapeo pero cuando pides algo siempre se ha agotado, sólo una camarera atiende la barra, salón, y terraza, aunque hay poca clientela, la justa para que la chica ande como loca de un sitio a otro y siempre se ha dicho, quien mucho abarca... no sé si coincidió el desastre el día que estuve o es algo generalizado y diario, quizás haya un nuevo intento para certificar, de momento un completo desastre.
Verano 2014
Como me gusta volver a los sitios antes visitados y comprobar su mejora o empeoramiento, este no iba a ser menos. Pude comprobar que estaba algo más animado. Atendidos por el dueño del negocio, comprobamos que algo han mejorado, aunque los jamones han desaparecido y han sido sustituidos por bandejas preparadas mantenidas en refrigeración y que abren a demanda. Lo que no me gusta es forzar la temperatura para degustar un paquete de jamón que ciertamente está bueno, hablo de jamón de bellota que viene en paquetes de ración, presentados de forma adecuada y que su sabor es muy aceptable, pero que hay que dejar que se atemperen en su propio medio para que no cambie color y textura al provocar su atemperamiento. Este tipo de producto ya se puede ver en restaurantes de renombre como la Ruta del Veleta, Los Santanderinos, etc., perfectamente entendible porque no se puede tener un jamón resecándose a la espera de solicitar degustar un plato.
Los embutidos buenos, pero las tapas con un exceso de pan, quizás un poco menos sea más acertado con la proporción del resto de ingredientes. Gran variedad de vinos de buena calidad.
En esta ocasión estaba mejor atendido, con más personal y algo más animado.
Verano 2014
Como me gusta volver a los sitios antes visitados y comprobar su mejora o empeoramiento, este no iba a ser menos. Pude comprobar que estaba algo más animado. Atendidos por el dueño del negocio, comprobamos que algo han mejorado, aunque los jamones han desaparecido y han sido sustituidos por bandejas preparadas mantenidas en refrigeración y que abren a demanda. Lo que no me gusta es forzar la temperatura para degustar un paquete de jamón que ciertamente está bueno, hablo de jamón de bellota que viene en paquetes de ración, presentados de forma adecuada y que su sabor es muy aceptable, pero que hay que dejar que se atemperen en su propio medio para que no cambie color y textura al provocar su atemperamiento. Este tipo de producto ya se puede ver en restaurantes de renombre como la Ruta del Veleta, Los Santanderinos, etc., perfectamente entendible porque no se puede tener un jamón resecándose a la espera de solicitar degustar un plato.
Los embutidos buenos, pero las tapas con un exceso de pan, quizás un poco menos sea más acertado con la proporción del resto de ingredientes. Gran variedad de vinos de buena calidad.
En esta ocasión estaba mejor atendido, con más personal y algo más animado.
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