El pasado verano pasamos por el bar Aliatar, bar de bocadillos de siempre y nos tomamos uno para evocar los tiempos de solteros donde lo hacíamos de vez en cuando, pero el recuerdo que tenía anterior difería mucho con la realidad actual, ese recuerdo había quedado en el olvido, y hace unos días pasamos por un nuevo bar Aliatar, este en la calle San Antón, y volvimos a repetir experiencia por comprobar si volvía ese magnífico recuerdo de juventud, pero otra nueva desilusión casi peor, el pan es penoso y los ingredientes no muy buenos, pero lo peor es ver el poco arte de hacer un buen bocadillo, al primer intento de morder se sale todo lo que lleva el interior, no sabes cómo ni por donde empezar, y en alguna ocasión he hecho referencia a que hacer un bocadillo tiene su secreto a voces, como bien dejó marcado José Benito en el curso que hice y donde nos enseñó cómo un bocadillo puede ser un bocado perfecto para degustar. Una pena ver como lo bueno, tradicional y con sabor auténtico se va perdiendo por no mantener la misma línea y un buen aprendizaje, no creo que vuelva a repetir bocatas en ninguno de los dos bares Aliatar.
Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.
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