Como es tradición en los últimos años, hemos querido degustar un típico plato granaíno como es la conocida olla de San Antón. Lógicamente se suele comer, como su nombre indica, para San Antón.
En esta ocasión nos decantamos por el Restaurante la Cueva, el de Pedro Antonio de Alarcón concretamente. No estuvo mal en su conjunto. Una ensalada de remojón y encurtidos, el plato del típico pucherete con habas ni espeso ni caldoso, proporcionado y la pringá servida aparte, como debe ser. Las cantidades acertadas y correctas. La morcilla muy buena, ¡qué menos siendo la Cueva! El sabor del plato principal bien pero le faltaba algo de profundidad. Teniendo tantos productos del cerdo echar en falta más sabor no tiene lógica. Quizás quieran sacar más raciones de las previstas y por eso se detecta esa pequeña falta. Pero sin meterme en más profundidades ni pasarme, diré que estuvo muy acertado.
Echamos de menos algunos amigos que no pudieron venir, pero los que estuvimos quedamos satisfechos y contentos. Principalmente por el solo hecho de comer entre amigos sea lo que sea.
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