Merluza en guiso de patatas

Dificultad media

Ingredientes para 5 personas

• 2 pimientos verdes
• 2 tomates de pera
• 1 cebolla
• laurel
• pimentón dulce
• 2 cucharadas de vino seco blanco
• 4 patatas rojas
• 4 cucharadas de aceite
• sal-pimienta
• 5 rodajas de merluza
• majado o picada (2 pimientos choriceros, 3 dientes de ajo, sal, 5 granos de pimienta negra, 2 cucharadas de aceite y unas hebras de azafrán)

Elaboración

En una cazuela profunda ponemos el aceite con la cebolla y los pimientos picados para que se vayan pochando. Mientras, pelamos los tomates, bien con pelador o escaldando en un poco en agua caliente que nos facilitará el trabajo, y reservamos. En otra sartén preparamos los ingredientes de la picada, poniendo el aceite con los ajos y los pimientos choriceros troceados y cuando estén unos minutos, añadimos el azafrán para que se tueste un poco y la pimienta moviendo el conjunto. En un mortero ponemos sal y echamos este preparado (el de la picada), dando golpecitos con el mortero para formar una especie de pasta. Volvemos al sofrito de cebolla y pimiento donde se incorpora el pimentón dando vueltas para que quede tostado pero sin quemarlo, seguidamente echamos los tomates troceados y volvemos a  mezclar todo dejando pochar unos 10 minutos.
Pasado ese tiempo se añade el vino dejando que evapore el alcohol e integramos la picada moviendo todo el preparado. Incorporar las patatas cascadas (sin terminar de partir con el cuchillo para que espese mejor el caldo), cubrimos con agua dejando que se hagan durante 25 minutos, dependiendo de la patata, se añaden las rodajas de merluza por encima para que se hagan prácticamente al vapor durante 7-8 minutos, y se riega el pescado con el propio jugo del preparado para que tome color.

Este plato lo podemos hacer con el pescado que queramos y si es limpio de espinas y piel, aún mejor para que los niños coman sin problemas.

La merluza es un pescado blanco que aporta poca cantidad en grasa, es básica para personas con sobrepeso o que quieran adelgazar siempre que en su elaboración no se añada grasa alguna y admite cantidad de preparaciones. Pero la cocina mediterránea nos permite incorporar un poco de grasa como el oliva, fundamental en nuestra dieta y para la salud. Ningún plato que se precie tiene exento el buen aove (aceite de olivavirgen extra).