Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

lunes, 26 de enero de 2015

Restaurante D'amilia (El Padul)

El pasado sábado teníamos una reserva en el restaurante D'amilia para comer la archiconocida olla de San Antón. A pesar de encontrarme francamente mal de un buen constipado, quise asistir para no dejar vacante ya que otro amigo había causado baja por lo mismo, y otra amiga iba en similares condiciones a las mías. Y digo todo esto porque no podría decir si lo que comimos estaba bueno o no porque no apreciaba sabores. Mis amigos coincidieron en que estaba sabroso y por supuesto los creo, no podía ser menos con la mezcolanza que llevaba. Lo que no me fallaba era la vista y pude comprobar que la presentación y el plato en sí no era muy acertado. A mi sólo me sirvieron caldo con patatas y casquería por lo que casi llegué a mosquearme seriamente.
Finalmente me cambiaron unas patatas por algo más de lo que debería llevar la consabida olla de San Antón, las estrellas del preparado. Aun así los platos resultaron ridículos y con un batiburrillo de ingredientes mezclados sin identificación posible. Podríamos decir que eran partes del cerdo con caldo y patatas y algún ingrediente más aislado.
Como veréis no voy a recomendar este sitio, al menos para este típico plato. Estuvimos sólos en el comedor y pasando algo de frío porque pusieron la calefacción cuando llegamos y la quitaron cuando consideraron que deberíamos haber terminado. Quizás este lugar funcione para bodas y grandes eventos, pero para comer yo no pienso repetir ni ir tan lejos después de dicha experiencia. Este lugar se puede encontrar en la antigua carretera del Padul una vez pasado dicho pueblo y en dirección a Dúrcal.
En la fotografía aparece la cazuela de barro individual con la olla de San Antón y los otros dos platos, remojón y encurtidos, para compartir cada 4 personas, falta el postre que consistió en un flan con manzana.
Lo siento por mis amigos que pensaron que íbamos a comer muy bien en este lugar que ellos han frecuentado en más de una ocasión, con éxito en los menús del día. De cualquier forma uno no es responsable del lugar que recomienda porque no siempre se acierta o desatina. Hay días y para mí ese no fue el más acertado.

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