Situado en la calle Alhamar hacia la mitad. Lleva abierto muchos años que yo recuerde. Es un sitio donde vamos con alguna relativa frecuencia, es decir 3 o 4 veces al año. Las berenjenas que ponen de tapa están bien fritas y ricas, así como las gambas fritas, la col aliñada, el tomate aliñado, etc.
Las raciones son grandes y las tapas también. El único problema es que la cerveza no está muy fría y los vasos no son de mi agrado, prefiero los de siempre de caña normal y no la novedad de los bajos-chatos y anchos que últimamente ponen en muchos sitios. Hay novedades que mejor no deberían de cambiarse por las tradicionales de siempre. Y el olorcillo a frito de las grandes freidoras que no paran de funcionar, no me termina de gustar.
Pero sí hay que mantener la tradición e ir de vez en cuando.
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