Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

sábado, 5 de julio de 2014

La paciencia del Santo Job, médico de familia

Siempre digo que en este mundo estamos muchos y claro, cada uno de una manera de ser distinta. En todos los trabajos nos podemos encontrar con diferentes personalidades, mejores, normales y peores. En esta ocasión les toca a los médicos de familia. Hay algunos que sin mirar ni escuchar te recetan o ni eso pero lo que es escuchar al paciente les cuesta bastante. Yo a lo largo de mi vida he tenido unos cuantos y cada cual actuaba a su estilo, pero el que tengo desde hace unos años y que me cambiaron porque les dio la gana, es un encanto, D. José M. en el Zaidín, es agradable, prudente, callado, educado y lo más importante sabe escuchar. Con gran paciencia y resignación oye e intenta ayudar en la medida que sus posibilidades le permiten, eso ya es bastante. Al menos sales de la consulta mejor, diciendo, se interesa por el paciente y por hacer bien su trabajo. Le doy un aplauso porque lidiar con algunos peñazos diariamente no debe resultar nada fácil, unos como yo (que como diría más de uno que me conoce, siempre desde el cariño, que hay echarme de comer a parte) y otros como los abuelicos, y menos abuelos, que no tienen  prisa y les cuentan su vida y pasión sin ningún reparo. ¡El santo Job! pero una gran persona y digna de mención. Al menos el enfermo sale de la consulta con la misma enfermedad o mejor, pero relajado de haber sido atendido correctamente.
Mi cuñado, que también es médico de familia tiene fama de ser similar según sus pacientes, pero yo no puedo decir nada porque no sería imparcial, pero sí digo que lo normal debe ser así. 

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