Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Pollo en salsa de cebolla al pimentón

Dificultad: media

Ingredientes para 5 personas
  • 5 pechugas de pollo (puede ser igualmente de pavo)
  • 8-10 champiñones, en este caso es el corriente de cultivo, si disponemos de otros mejor
  • aderezo: sal, perejil picado, ajo molido zumo de limón y pizca de pimienta negra
  • 200 gr de cebolla pochada con pimentón
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharada de aove
  • 1 cucharada de vino blanco seco

Elaboración
Aderezamos las pechugas para que tomen bien el sabor dejando macerar al menos un par de horas. Preparamos una sartén donde se coloca el aove y ponemos a sellar las pechugas dorando por ambos lados, unos segundos por cada lado. Se retiran y se dejan en reserva para terminar su elaboración más adelante.
En ese mismo aceite que ha quedado echamos los champiñones laminados aderezando con una pizca de sal y perejil. Dejaremos 5 minutos que se pochen un poco y liberen su propia agua donde se terminará de hacer el plato. Echamos el vino y dejamos que el alcohol evapore, agregando entonces las pechuga, dejamos unos 5 minutos para que terminen de hacerse en su interior. El tiempo dependerá del grosor que tenga la carne y de cómo nos guste de hecha, teniendo en cuenta que la pechuga tiende a resecarse si se pasa. Retiramos hacia un lado la carne y el champiñón dejando un hueco en la sartén para calentar la cebolla que echamos en ese momento para calentarla un par de minutos, lo justo para que libere sus jugos y el aroma del pimentón impregnando al resto de ingredientes.
Serviremos colocando un lecho con la cebolla, encima la carne bañando con el champiñón y el jugo que ha quedado en la sartén.
Para quien guste de muslos o partes más jugosas de las aves, se pueden sustituir por las pechugas sin ningún problema.

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