Ayer fue mi cumpleaños, 58 años, qué mayor. Pero me gusta cumplir años porque significa que sigo estando viva, lo que hace falta es que "Virgencica........"
Mis hijos habían decidido montarme una pequeña reunión con mis amigos de siempre en el Restaurante La Leñera para tomarnos unas tapas y unas cervecitas... esto justo la noche del sábado víspera del cumpleaños, así los cumpliría estando con ellos. Todo resultó genial, hacía mucho tiempo que no nos reuníamos todos y llevábamos meses sin vernos. Creo que siempre hay que tener tiempo para dedicar a los amigos y mas aún si es para pasar un buen rato, que los malos ratos vienen sin buscarlos. Faltó una pareja que eché de menos porque no pudieron localizarla por más veces que la llamaron y se supone que yo no debía saber nada por lo que no pude acceder a su localización.
Al día siguiente, domingo día 9 y mi cumpleaños realmente, comimos al mediodía con Ángela y Eu porque el resto no estaba, pero sí llegaron para la merienda y para darme un lindo regalo. ¡Cómo quiero a mis niños!
Yo obsequié a la familia con una rica sacher con cobertura de chocolate blanco.
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