Restaurante situado cerca de capitanía y junto al colegio de las Mercedarias, lugar donde pasé muchos años de mi niñez. Viene a ser parte de lo que era el antiguo colegio del Sagrado Corazón, al menos así lo recuerdo ya que era un colegio de niños y coincidíamos a la salida, que nos traían a mal meter. Hablo de las travesuras de aquellos años en críos de 10-12 años.
Bueno, seguimos con el restaurante. Pensábamos, mejor dicho, queríamos ir a sus jornadas de gamba roja de Garrucha pero estaba al completo todos los días. El pasado sábado decidimos trasladarnos hasta allí para desquitarnos, al menos tomando unos platos típicos y alguna tapita original.
Debo reconocer que me resultó bastante agradable. El personal que nos atendió fue simpático y agradable. Lo que pudimos degustar estaba bueno, aunque las patatas cocidas y con piel en el plato de huevos con patatas y secreto ibérico que pedimos, no me terminó de convencer. El resto genial y la cerveza fresca y buena.
Deberemos volver para probar, lo que está tan de moda como el tartar y tataqui de atún, a pesar de no ser amante de las cosas crudas, dicen que merece la pena problarlo. Así podré comparar con el Rinconcillo que también lo tiene como plato importante y ahí sí lo degusté, resultando rico.
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