Ni siquiera sé si es ese el nombre exacto. Es un bar-restaurante que está situado en el paseo del Violón cerca del Palacio de Congresos. Un kiosko acristalado, bien situado, con una amplia terraza que lo bordea, donde parece que se está cómodo, especialmente por la noche, al fresco.
Anteriormente lo atendían otras personas, era otro tipo de negocio y el diseño era completamente distinto al actual. Pienso que han ganado espacio.
Hemos tenido a bien ir en dos ocasiones para ver que se cuece por allí. Realmente lo de las tapas XXL no me da muy buena espina. En las dos ocasiones que estuvimos, una dentro y otra fuera, tardan un poco en servir, la cerveza nada fresca, pero eso es lo habitual en muchos sitios, y la calidad en las tapas no resulta de gran exquisitez.
Personalmente paso de la mayoría de tapas, muchas de las que vienen listas para echar a la freidora, nada de casero.
Como en otros muchos establecimientos, está de moda que las tapas sean dos variedades como mucho, cosa que me molesta un rato, pero es así, además han cometido la torpeza de subir el precio de la cerveza por encima de 2 euros (2.20€). Bueno como las terrazas son muy demandadas en verano, esta se llena, ya veremos que tal el invierno.
Desde luego no creo que repita mucho más, pero quizás vaya a probar un chuletón o similar para ver la calidad de ese tipo de productos, la presentación de los platos y poder juzgar con más propiedad.
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