Nueva despedida de jubilación

En esta ocasión despedimos a José Antonio y Julio. Han sido los dos juntos, un grupo de unas 30 personas porque no querían grandes festejos, los justos los compañeros para decirles su adiós a la vida laboral. Homenaje merecido por su larga trayectoria.

Julio, con el que otras compañeras han tenido más relación que yo, pero aun así hemos tenido un trato agradable, cordial, ameno, muchas veces dicharachero y sobre todo sin problemas. "No te pases ni mijita", su frase más popular.

José Antonio con quien sí hemos tenido una relación algo más estrecha porque han sido muchooooos años juntos, en los que aun me recuerda cuando me conoció, al principio de entrar en la empresa, esa adorable juventud.

También hemos tenido altibajos y discusiones mil. Pero cuando las personas tienen una buena base, unos buenos cimientos morales, esas cosas pasan  rápido, y más cuando realmente la persona merece la pena. Y vuelve a predominar la paz, el compañerismo y el cariño.

Los últimos años han sido muy significativos e importantes, cuando realmente se ha valorado a esta persona como ser humano y como buen trabajador, esto es innegable. Aunque su carácter y prontos fuesen fríos y cortantes, ya todos lo conocíamos y no hacíamos más hincapié en el asunto. Cada cual tenemos nuestra forma de ser, y con el paso del tiempo hemos aprendido a convivir en el trabajo tantas horas, en absoluta armonía. Y más aun los últimos años, que han sido agradables y distendidos, hemos reído, hablado, escuchado, y como dice Joaquín Sabina, "la vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo hay que terminarlo", no es así la frase exactamente pero la modifico a mi estilo.

Os deseo lo mejor para ambos y que vuestra merecida relajación la sepáis disfrutar y emplear lo mejor posible.

Referente al Hotel Saray, donde tuvo lugar el acontecimiento, el trato fue inmejorable, el recinto agradable y la comida... típica comida de hotel, catering, donde nada es extraordinario, ni vamos a recordar lo bien que comimos, simplemente pensar que pasamos un buen rato juntos y dejar las viandas en segundo plano. Laura, la organizadora de eventos muy eficiente y agradable dio todo cuanto pudo, perfecto.