Situado hacia la mitad de la calle Alhamar. Hemos podido ver como el lugar ha cambiado en varias ocasiones de dueño y de formato. Actualmente está regentado por una pareja que al parecer viene de otros negocios donde, al menos él, trabajaba de empleado. Ahora han decidido montarse por su cuenta y parece que con éxito. Yo he tenido la oportunidad de ir varias veces y probar la magnífica ensaladilla rusa que tiene, un sabor inmejorable, muy rica y las gambas fritas también. Buenos vinos aunque como en casi todos los restaurantes y bares, las cervezas son cervezones que no me gustan. Se calienta rápido ya que no están muy frías. Por lo demás muy bien.
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