Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

domingo, 26 de julio de 2015

Quién hay en mi cama

Nada más lejos de lo que cualquiera pueda imaginar. Simplemente una cucaracha rubia de las que vuelan. Eso para una persona que no sienta fobia a semejante bichejo será hasta gracioso, para mí el terror más grande que podía imaginar. Eran alrededor de las 3 de la madrugada, cuando consigues conciliar el sueño a pesar del calor.
Mi sueño que es bastante ligero y cualquier insignificancia me despierta, noto algo sobre mi pelo y seguidamente en el cuello, acto reflejo y super rápido, me levanto, de inmediato enciendo la luz y veo sobre la almohada una gigantesca cucaracha, impresionante. Según mi marido era pequeña pero esto es como todo, según con los ojos que miren. La condenada corrió que mi marido no llegó a divisarla hasta que tras un rato de caza y captura dio con ella y se la ventiló. Gracias a que esto no es una especie en vías de extinción porque igual nos encarcelan por el vil asesinato. Mientras tanto yo no paraba de deambular de un lado a otro teniendo la imagen de tan asqueroso y repulsivo insecto, notándolo por mi cuello y con una terrible sensación de angustia cada vez que lo pensaba. Como consecuencia, el resto de la noche sin pegar ojo y con una ansiedad que me hacía revivir esos horribles momentos a cada instante. He sentido que la paz de mi hogar se alteraba, que han roto mi intimidad, con la impotencia de no poder hacer nada, y todo por una cosa tan pequeña. Y peor aun, por donde coño ha entrado la hija... Habrá más o sabrán llegar con facilidad una vez que una lo ha hecho, y si hay un nido en casa.
Si es que lo tengo dicho, voy a tirar todo y dejar lo justiiiiito. El resto, cosas que no sirvan, fuera.
Toda la mañana he tenido la habitación apestada de insecticida, siento la negativa aportación para la capa de ozono, y cuando he decidido entrar no paro de ver a la maldita cuqui por todos sitios, y peor aún la noto, la siento. Que desagradable sensación. Al parecer entró por una rendija de la ventana, al menos eso creemos. A ver que pasa esta noche.

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