Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

domingo, 21 de junio de 2015

El salmorejo y la Thermomix

Hace más de 35 años que compramos el periódico Ideal de Granada, donde me gusta leer, entre otras cosas, los comentarios sobre gastronomía que hace el señor Pablo Amate. Este crítico gastronómico tan entendido, viajado e ilustrado. Siempre hace alusión, venga a cuento o no, de todos los lugares que conoce, lo que ha hecho o dejado de hacer y al final su receta u opinión de según qué tema. Hace su trabajo, está claro. Yo algunas veces difiero de lo que dice, pero esa es mi opinión, lógicamente. El pasado día 20, creo, hablaba concretamente de las texturas del salmorejo con la thermomix, viniendo a decir sic ("me siento como si estuviese hospitalizado y me obligan a tomar solo dieta blanda"), es decir nada mejor que una buena porra hecha a mano y en lebrillo. Pues al respecto diré que he tardado mas de 30 años en decidirme a comprar una Thermomix y que me decidí precisamente buscando esas texturas tan finas, uniformes, cremosas y delicadas. Que hace 3 meses que tengo este aparato como aliado en mi cocina y que por supuesto pienso hacer muchas más cosas para sacar partido a su valor económico pero, simplemente con hacer cremas, batidos, gazpachos o salmorejos ya me doy por satisfecha. Para gustos... está claro que a cada cual le prima una cosa. Quizás D. Pablo no sepa que en la thermomix se consiguen texturas distintas desde las finas a las gruesas, es cuestión de masticar más o nada. Mi salmorejo está muy rico, muy vivo y en nada se parece a una "homogénea papilla desmayada". Yo no tengo un gusto tan refinado para apreciar lo bueno y auténtico, quizás porque no he comido en tantos sitios ni visto tanto mundo para apreciar la buena y auténtica cocina. Y porque ese no es mi trabajo. Invitaría al señor Amate a probar mi salmorejo y que juzgue, o si quiere que se pase por el Restaurante la Leñera (Paseo jardín de la reina, Granada) que también lo hace muy bueno y la textura es la misma, al igual que en el 98% de los restaurantes que sirven salmorejo. Es la opinión de una bloguera de cocina, de las que cada día proliferan más, que hacen su cocina, mejor o peor elaborada pero con sumo interés. Quizás no todos los que entienden de comer saben hacer de comer. Está claro que me he dado por aludida con su artículo, pero no estoy enfadada...

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