Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Huesos del cocido

Realmente sólo se ve una montaña de sal pero os aseguro que debajo existen huesos estupendos para hacer caldos, sopas, guisos, etc. para lo que nos venga bien.
Huesos de espinazo y sal es lo que se precisa.
Lavar los huesos y dejar en remojo un rato para que se desangren. Secar bien con un paño limpio. Preparamos un lecho de sal gruesa en el recipiente donde van a permanecer el tiempo necesario hasta su curación, colocar los huesos encima cubriendo todos con otra capa de sal. Se deben mantener en un lugar seco. Van a permanecer es este recipiente unos 20 días pero los moveremos de vez en cuando volviendo a cubrirlos nuevamente con la propia sal, Finalmente se quita el excedente de sal y se colocan en una red donde estén aireados para ir usándolos a demanda. Si preferimos los podemos congelar y sacar según necesidad. Estos huesos están curados simplemente en sal sin ningún aditivo extra para acelerar el proceso, quizás no estén tan blancos pero el resultado es extraordinario.
Cuando se van a utilizar se lavan un poco para quitar el máximo de sal que queda adherida al hueso y esta circunstancia hay que tenerla en cuenta para no añadir sal al guiso donde vamos a usarlos.

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