Esta peculiar taberna de mas de 100 años de antigüedad ubicada en pleno centro de Granada, es singular donde las haya por ser la única o de las pocas reliquias similares que quedan en esta ciudad. Podríamos decir que es conocida en muchas partes del mundo por su fama en buenos vinos y viandas. Y por ser de los pocos lugares de la ciudad donde no ponen tapa, si quieres algo hay que pagarlo y bien.
El personal que viene a visitar nuestra ciudad sabe que la tapa está asegurada, en unos sitios mejor y más abundante que en otros pero en todos la ponen, más les vale. Pues nuestro querido Enrique, es otro cantar, y digo querido porque lo conocemos desde hace mucho tiempo y anteriormente, a su padre, al que apodaban "el elefante", nombre por el que la gente local conoce la taberna, sin entrar en detalles de donde le viene el mote. Especialmente lo conocía mi amigo Manolo que incluso tiene una foto allí expuesta con otros amigos. Un buen tipo cordial y afable y que no cabe duda que es una buena persona, que nos ofrece unos embutidos y conservas inmejorables, aunque últimamente ha adquirido una forma de tener y partir el jamón que no me convence.
Quien quiera ver algo realmente típico debe pasar a visitar este local sabiendo que la oferta es tapas en frío, embutidos y conservas, buenos vinos pero que no olvide que lo van a pagar bien porque en esto Enrique no tiene mesura... Merece la apena al menos una vez o de vez en cuando un sablazo.
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