Saliendo de Granada en dirección a Huétor Santillán, pasando el puerto de la Mora, nos desviamos por un camino que indica Prado Negro. Es la primera vez que visito este entorno donde entre grandes pinares y chaparros podemos ver mesas y bancos en madera con barbacoas hechas de piedra para los amantes al campo, para pasar un día campestre agradable. Mi recomendación es tener cuidado con las barbacoas que aún siendo especiales para estos menesteres, está todo muy seco y cualquier chispa puede desatar una catástrofe en el monte, ¡ojo con esto!
Podemos ver algunos chalet por la zona, cosa que me resulta algo peculiar por el entorno en que se ubican, desde luego tranquilidad tienen que tenerla, no hay duda.
Llegamos a un paraje donde se encuentran un par de mesones y decidimos entrar en el Mesón Jabalí, nuestro compadre Manolo ya lo conocía y pensamos que comer allí estaría bien. Aunque tiene diversas carnes de caza, nos dicen que eso es más en invierno, ahora podemos degustar un choto frito con ajos, conejo, cordero, pollo, etc., probamos el choto, un lomo en orza que estaba bueno pero algo seco de haberse pasado en el aceite, los postres caseros de tamaño proporcionado y buenos. Se acepta ir allí en alguna ocasión para pasar un rato tranquilo, a pesar de las moscas algo plastas. Eso si, aún estando alejado no pensemos que va a resultar muy barato comer, que el choto lo cobran bien aquí y en cualquier lugar.
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