Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Restaurante Arriaga

El pasado sábado estuvimos almorzando con mis cuñados y unos amigos en el restaurante Arriaga, aprovechando que había unas jornadas gastronómicas que parecían iban a ser buenas. Hace un par de años ya habíamos estado y el menú era el mismo, comimos bien, abundante, de calidad y en un ambiente perfecto, todo lo contrario a esta ocasión, ya el sitio empezó a resultar incómodo porque el día era muy cálido y el calor dentro era casi insoportable, y no sólo para mí, pudiendo pensar que era mi termostato, la mayoría del personal se quejó del bochorno y los camareros sudaban en exceso, al parecer no se puede hacer nada al respecto ya que la temperatura se regula para todo el edificio, un atraso, pero volviendo al menú, ya sabíamos que habían bajado el precio casi 10€ pero no sabíamos que iba ligado a la cantidad y calidad, algo más escaso que la vez anterior y con una cocina algo menos selecta, este día las judías eran un plastón, insípidas y un leve regusto a pegado, y el chuletón para gente de poco comer, a mí no me gusta mucho la carne por lo que me limité a probarlo y había otras 2 personas que tampoco comían mucho por lo que casi sobra, pero de haber comido todos por igual se hubiese quedado bien corto y la comida llegaba a la mesa prácticamente fría, para mí un desastre. Es una pena ver como una ocasión es tan distinta a otra, siempre debería ser todo en la misma línea.  

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